En esta ocasión nos desplazamos a la costa del Occidente Asturiano, al Ayuntamiento de El Franco situado en la villa de La Caridad. Allí — durante un mes, entre septiembre y octubre — llevamos a cabo un Taller de Resolución de Conflictos.
Partimos de la premisa que para resolver un conflicto, se hace imprescindible una adecuada auto gestión de nuestras emociones. En este sentido, Goleman (1999) señala que la dimensión resolución de conflictos forma parte de la competencia emocional de uno, y que las personas capaces de manejar los conflictos identifican a los individuos difíciles, y se relacionen de forma diplomática. Manejan las situaciones tensas con tacto, sabiendo reconocer los posibles conflictos; sacan a la luz los desacuerdos, fomentan la des-escalada de tensión, alientan el debate y la discusión abierta; y buscan el modo de llegar a soluciones que satisfacen plenamente a todos los implicados
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Algo que en principio parece muy sencillo, se hace sumamente complicado en nuestro día a día, cayendo reiteradamente en las mismas trampas dentro de las relaciones interpersonales, haciendo de situaciones cotidianas verdaderos conflictos que se van enredando cómo si de un ovillo de lana se tratara, creándonos una gran sensación de mal estar e inconformidad, sobre todo con uno mismo.
¿Por qué continuamente decimos sí, cuando realmente queremos y deseamos decir no? ¿Por qué no nos atrevemos a hacerlo si con las dos opciones, hagamos lo que hagamos, nos vamos a sentir mal igualmente? A manejar estas este tipo de emociones se aprende, es cuestión de práctica y de decisión, elegir hacer cosas diferentes y observar el resultado. Puede que nos sorprendamos.
Agradecer a todas las personas que formaron el grupo, el trato tan cercano y familiar que desde el primer día nos dedicaron, así como al Ayuntamiento de El Franco por haber contado con nosotras para llevar a cabo esta actividad. De esta manera las distancias se hacen más cortas.
Y al final, como no podía ser de otra forma, foto del grupo.