El lema que titula este post es mérito de una de nuestras consultantes. En su última sesión nos regaló este mensaje que prometimos plasmar en ilustración. Y voilá, aquí está el resultado de esa creatividad compartida.
En este caso, a lo largo del proceso consiguió construir nuevos esquemas de relación consigo misma y con otras personas y además, plasmar en consejos algunas de las estrategias que le permitieron mejorar. Entre ellos, los siguientes:
- Más física y menos química: quizás un paseo más pueda sustituir a una pastilla menos.
- Pedir ayuda es síntoma de inteligencia. Sobre todo en esos momentos más vulnerables en los que sientes que sola no puedes. Además, pidiendo ayuda tendrás la oportunidad de redescubrir a gente maravillosa que tienes cerca, incluso puede que alguno te sorprenda gratamente.
- Recupera las buenas rutinas.
- Piensa en el ahora, en cada pequeño paso, en cada pequeño cambio. Y así es muy probable que se generen más cambios.
- El cambio asusta, ¡claro que sí! Y adaptarte a él, a la nueva situación, es necesario si quieres mejorar.
- Siempre se aprende. Parafraseando a Borges:
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende… y con cada día, uno aprende
. Borges, Aprendiendo.
Más física y menos química
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