Dentro del programa de actividades de la Casa de Encuentros de la Mujer del Ayuntamiento de Langreo, desarrollamos en enero el Taller de Destrezas Asertivas, Reafirmando mi valía, para un grupo de mujeres con discapacidad.
El mundo de las relaciones interpersonales es tremendamente complejo y, en ocasiones, carecemos de las herramientas de comunicación y de habilidad social que nos permitan la puesta en práctica de las competencias adaptadas a cada situación, especialmente en aquellas en las que puede surgir algún tipo de conflicto.
En la foto, una muestra de la dinámica El árbol de mis cualidades una sencilla técnica que permite reflexionar sobre los logros y cualidades positivas de una misma y percibir conscientemente las partes positivas. Además, el apoyo del grupo, permite que afloren nuevas cualidades que en ocasiones nos pasan desapercibidas.
Por otro lado, la autoestima, a escala general, tiene como principales funciones la de protegernos de las situaciones del medio que nos expone a autoevaluaciones continuamente y la de aportarnos un poder de motivación que influye sobre nuestra conducta de manera positiva. Entendemos que la asertividad es un camino para gozar de una buena autoestima, entendida como habilidad para sentirnos mejor, para mejorar la calidad de nuestras relaciones interpersonales, para ayudarnos a valorarnos más y mejor, respetando en todo momento los derechos y valía de las demás personas.
Por todo lo dicho anteriormente, es de gran importancia la construcción de espacios de reflexión y aprendizaje donde las mujeres con discapacidad intelectual compartan sentimientos y experiencias con otras mujeres y donde se aprendan estrategias para sentirse bien con respecto a sí mismas, pues eso va a afectar de forma decisiva en muchos aspectos de sus vidas, fomentando la autovaloración positiva de sus propias capacidades, y ayudando a que desarrollen nuevas estrategias, con el fin de afrontar los efectos de la discriminación específica que puedan sufrir.
Al ritmo de la música, bailando con globos, a través de role-playing, realizando murales, escuchando atentamente, trabajamos intensamente para aprender cosas nuevas.
Fue un placer trabajar en Langreo, donde la cercanía y motivación de las mujeres, permitió aprovechar al máximo el tiempo. ¡Hasta pronto!