Relacionado con el envejecimiento activo, no podemos eludir la gran importancia que la alimentación tiene en nuestra salud y en el mantenimiento de la misma. Por ello, como objetivo principal en este taller nos hemos propuesto conocer e incorporar aspectos básicos de alimentación saludable en el estilo de vida, logrando así, disminuir los factores de riesgo y establecer hábitos alimentarios que contribuyan al mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades, rebajando así, la probabilidad de aparición.
Sin perder de vista el proverbio, cuando la alimentación es mala, la medicina no funciona. Cuando la alimentación es buena, la medicina es menos necesaria
. A lo largo de las tres sesiones del taller de nutrición saludable en Muros del Nalón, hemos intentado adquirir una visión clara de los alimentos que deben estar presentes siempre en nuestros platos, así como los que debemos rechazar o procurar disminuir, lo más posible. Además, hemos aprendido con qué podemos sustituir esos alimentos que, por sus propiedades no nos benefician. Entre los que podemos destacar: el azúcar, la sal, la harina de trigo, las frituras, embutidos, carnes rojas, alimentos refinados, etc.
Por otra parte, no podemos renunciar, por todo lo bueno que nos aportan, a las imprescindibles crucíferas – coliflor, brócoli, brécol, repollo – a las curcubitáceas – melón, pepino, sandía, calabaza, calabacín — a las exquisitas legumbres – lentejas, garbanzos, habas, guisante, alubias — a las frutas rojas y de hueso grande, a los frutos secos, y a los tres alimentos insustituibles por excelencia, como son; el ajo, la cebolla y el tomate, que cuanto más «madurito, rojo y brillante», mejor.
También hemos reflexionado sobre los procesos de producción de muchos alimentos hoy en día, y nuestro escaso margen de maniobra en el mismo. Por lo que nuestro esfuerzo, debe encaminarse en conseguir y adquirir alimentos lo más naturales, frescos y ecológicos posibles, ya que la fabricación en masa ha llevado a la elaboración refinada de la mayoría de los alimentos que ingerimos, con los derivados perjuicios para nuestra salud. En esta cuestión, hemos de estar muy alerta y no olvidar, como dijo Hipócrates: que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento
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Entre tantas cosas, también hemos tenido tiempo para recordar esos platos típicos que se han ido perdiendo con el paso del tiempo – la tortilla en dulce, las croquetas de arroz con leche, el bollo de arenques, el pan dulce de Pascua, las papas — entre otros — y que han despertado sentimientos de añoranza, rememorando escenas de la más tierna infancia de los y las participantes.
Finalmente, nos hemos dado un hasta luego, porque de una manera o de otra nos volveremos a encontrar, ¡¡¡seguro!!! Despedirse de personas tan maravillosas se nos hace muy difícil. Gracias a la Asociación de Pensionistas y Jubilados «Valdecarzana».